Watch Dogs 2Puedo comprender en cierta medida la polémica que generó en su momento el famoso «downgrade» del primer Watch Dogs con respecto a su presentación aquel E3 del 2012. Sabido es que desde hace ya varios años Ubisoft trufa sus anuncios de ciertos excesos que luego no se corresponden al cien por cien con la realidad, y al respecto salen ejemplos como Ghost Recon Future Soldier, Far Cry 3 y, en menor medida, Far Cry 4, si bien de ninguna manera tendríamos algo que objetar en términos de calidad, encontrándonos por norma una serie de lanzamientos a los que difícilmente se les podría poner alguna pega. Pero el dichoso downgrade se hizo notar, vaya que sí, recordándonos hasta cierto punto a la bochornosa presentación de PlayStation 3 en la que MotorStorm o Killzone 2 trataban de ganarse al público en base a excesivas demostraciones realizadas en estaciones de trabajo.

Watch Dogs 2

Con todo, cabe explicar que estos movimientos tienen su sentido más allá del marketing. Para empezar, recordemos que Watch Dogs se presentó al público hace dos años, mostrándose prácticamente como un juego bastante terminado. Se podía ver un empaque a todas luces espectacular, con situaciones de órdago en términos de gameplay que, todo hay que decirlo, eran fácilmente cuestionables para el ojo veterano. Pero pensad que dos años es mucho tiempo, que Watch Dogs ha tenido desde entonces un desarrollo ininterrumpido que ha terminado, para decepción de muchos, con un apartado gráfico bastante inferior al visto en la demostración de marras. Es entonces cuando hay que ver la lógica del asunto: Ubisoft tenía entre manos un concepto, una carta que, por interesante, debía ser mostrada al público. Detalles como la aceptación de los productos que se presentan en un evento como E3 repercuten sobremanera en las acciones de la compañía, y los asiduos a este tipo de ferias sabrán lo bien que se lo monta la compañía francesa para estos menesteres.

Watch Dogs 2

Es por ello que, con el equipo de desarrollo trabajando en lo que es el núcleo del videojuego, se pone en marcha la maquinaria en pos de plasmar el concepto intentando ser fiel a lo que se supone que será la versión final de Watch Dogs ─algo que os aseguro que desde dentro no se puede adivinar, por mucho que se compartan assets y scripts─ mientras que no se escatiman recursos para asombrar al fan. Ante una demostración exagerada que impresionó a propios y extraños, el Watch Dogs final dejó algo más que un mal sabor de boca, a pesar de que como juego era un lanzamiento más que notable. Pero el mal estaba hecho, y ni siquiera era cosa de situar el producto final funcionando al lado de los vídeos de la mentada presentación; bastaba con tirar de memoria para que la decepción hiciera acto de presencia. Y a pesar de que en menor medida Ubi volvió por los fueros del downgrade con The Division, se puede decir que a tenor de lo visto en Watch Dogs 2 han aprendido a tener como poco algo de mesura a la hora de hacer este tipo de movimientos. Eso sí, ese “público” no dejará de criminalizar a Ubi por estas cosas, mientras que hablar de Nintendo y el poco sutil bajón de Zelda: Breath of the Wild prácticamente será como para ir a la hoguera.

Watch Dogs 2

Lo justo sería que nos dejásemos de tonterías e intentásemos disfrutar del videojuego como lo que es, un entretenimiento más que capaz de darnos horas y horas de diversión y, de camino, alegrarnos los sentidos. A este respecto, Watch Dogs 2 cumple de sobras con su cometido, ya que se trata de un trabajo bastante redondo en conjunto. Es, por decirlo de alguna manera, todo lo que debería haber sido su antecesor, y esto lo digo repitiendo que el título original era un juego bastante decente. Pero Watch Dogs 2 sube un buen puñado de peldaños de golpe, aprende de laceraciones pasadas y pule hasta la médula todos y cada uno de los conceptos y mecánicas que ya conocíamos. Para colmo, lo hace arriesgándolo todo con unos personajes que de primeras echar muy para atrás, diseñados como aquel Poochie de «Los Simpson» que buscaba ser molón a toda costa. Aun así, te caen bien, empatizas rápidos con ellos y entras en el juego de la causa que defienden.

Watch Dogs 2

Watch Dogs 2 es un estupendo sandbox repleto de posibilidades. Es un magnífico juego de conducción, es un estupendo compendio de sigilo y acción al más puro estilo Splinter Cell, es una trama estupendamente hilvanada, es un espectáculo visual tan cristalino como vibrante. El desvergonzado Watch Dogs 2 es muchas cosas, y el empaque final lo traduce todo como un juego absorbente y muy, pero que muy divertido, del que disfrutarás tanto desarrollando la historia misión tras misión como explorando un San Francisco tan bello como repleto de matices. A este último respecto, la franquicia ha mirado a sus mayores hasta el punto de lograr el que bien podría ser ahora mismo el sandbox más bonito y detallado del momento. Una visita a las playas del gigantesco mapeado puede ser más que revelador en este sentido, con una variadísima gama de personajes haciendo sus particulares cosas y con los que siempre será divertidísimo interactuar.

Watch Dogs 2

Ubisoft ha sabido conservar todo lo bueno del Watch Dogs original y potenciarlo hasta lo indecible. Y por desgracia, todo este trabajo está pasando desapercibidísimo… Quizás por los pecados del pasado o quizás por ser una fecha en la que se han asomado multitud de grandes nombres más que capaces de eclipsarlo todo. Todas las posibilidades de este lanzamiento no deberían caer en saco roto, puesto que para mí ha sido una de las grandes sorpresas del año. Desde aquí os invito a que escuchéis más sobre este auténtico tapado en nuestro podcast a partir del 23:30.

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