Los barceloneses responsables de Caveman Warriors señalan como referencias clave para su juego a títulos como New Super Mario, Joe & Mac: Caveman Ninja, Metal Slug, Castle Crashers y Trine. Menuda amalgama, ¿verdad? Lo curioso es que esta mezcla de atributos genera en pantalla un concepto con carisma y con la capacidad de fluir de manera más que natural en términos de jugabilidad. No obstante, la premisa fundamental que podría definir a la obra de JanduSoft (concluida tras pasar con éxito un Kickstarter) es la de ser un arcade muy, pero que muy divertido.

Caveman Warriors, disponible para todas las actuales plataformas de sobremesa, es un arcade de acción y plataformas que perfectamente podría haberse asomado a los salones recreativos. El jugador controla a un personaje que puede ir alternando entre los cuatro componentes de una prehistórica familia, utilizando según convenga las distintas habilidades de cada uno. Es, para que os hagáis una idea, un concepto bastante similar al ya visto en clásicos como The Lost Vikings o la trilogía Trine. La misión, que es rescatar a los bebés que han secuestrado unos entrometidos alienígenas, pasa por recorrer un buen número de escenarios al más puro estilo Super Mario Bros, con el añadido de incorporar mecánicas de disparos, mamporros y algún que otro puzzle más allá de los saltos.

Lo genial de Caveman Warriors es que permite la participación simultánea de cuatro personas a los mandos, transformando las sesiones de vicio en un divertimento desmesurado en el que no faltarán las risas y acusaciones de todo tipo. Y es que los diseñadores de JaduSoft exigen un comportamiento colaborativo en pos del progreso, siendo esencial dominar las habilidades de cada personaje. La familia en cuestión está compuesta por la ágil Liliana (capaz de crear plataformas con sus lanzas), el bestial Jack (y su masivo ataque berserker), la fornida Brienne (con la habilidad de bloquear con su “garrote” todo tipo de proyectiles) y el shaman Moe (cuyo ritmo hará bailar a los enemigos).

¿Qué más podemos esperar de Caveman Warriors? Pues un diseño a la altura de las circunstancias, con niveles estupendamente diseñados ─y con un buen puñado de secretos─ y multitud de elementos plasmados ex profeso para que exista un útil factor de rejugabilidad. Aparte de los pequeños puzles, idóneos para alejar nuestro avance de lo que sería un progreso excesivamente lineal, Caveman Warriors se atreve con mecánicas que varían sobremanera el esquema inicial, pudiéndonos ver de sopetón combatiendo en plena guerra mundial (en plan shoot’em up de los de toda la vida) o corriendo a lomos de un dino para combatiendo al primo prehistórico de Terminator. Una locura en todos los sentidos que, por suerte, va de la mano de un factor lúdico muy estudiado.

A pesar de ser un lanzamiento con una premisa de juego muy clásica, el título no apuesta por el pixel-art ni nada por el estilo. Sus gráficos lucen maravillosamente en alta definición, con unos dibujos caricaturescos ciertamente cómicos, muy coloridos y expresivos. La animación también acompaña, y es fabuloso lo bien implementado que está todo para que exista sintonía entre la jugabilidad y el buen humor que destilan todos y cada uno de sus escenarios. La música también aporta grandes dosis de calidad, en lo que sin duda es un planteamiento técnico magnífico.

En definitiva, Caveman Warriors se nos antoja como una producción muy, pero que muy recomendable. Es una pena que este tipo de juegos no se mantengan en una posición visible en las stores de las distintas máquinas, porque bien merece captar nuestra atención. Y es que pocas veces nos vamos a topar con una relación calidad/precio tan óptima, mereciendo de medio a medio el convertirnos en estos cavernícolas plataformeros. Diversión asegurada, gente.

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