De la mano de Bethesda, la desarrolladora Machine Games nos regala un first person shooter que continúa con la saga de Wolfenstein; una franquicia que, reconozco, nunca terminó de llamarme la atención en su momento, pero que en esta segunda entrega ha conseguido conquistarme de pleno. Se nota que han querido poner toda la carne en el asador, y aunque nos salpique un poco la sangre, esta carne está muy, pero que muy bien hecha.

Parece ser que últimamente existe un resurgir de shooters que retoman viejas franquicias, como es el caso de Doom o de este mismo Wolfenstein, además de una apuesta férrea por el modo campaña de un solo jugador. Todo esto me alegra, y más si se ejecuta de una manera tan potente como este Wolfenstein II: The New Colossus. Ya queda lejos aquel Wolfenstein del 2009 (obra de Raven Software) que vio la luz en la anterior generación de consolas y PC, del que guardo un grato recuerdo, pero que era endemoniadamente difícil, y si nos retrotraemos aún más en el tiempo, recordaremos aquellas otras entregas de la saga para PlayStation 2 y Xbox, sin olvidar el siempre eterno Wolfenstein 3D que lo inició todo en nuestros viejos PC.

Este Wolfenstein II: The New Colossus retoma justamente la historia donde la dejó su primera parte, Wolfenstein: The New Order (lanzamiento que se complementaba con la expansión independiente The Old Blood); y para suerte de aquellos que por un motivo u otro no pudieron jugar esa anterior entrega, nos hacen un resumen perfectamente explicado por medio de vídeos extraídos de esa pasada aventura. William “B.J.” Blazkowicz resurge de sus heridas tal y como lo dejamos en la anterior aventura, para esta vez convertirse definitivamente en el arma antinazi más mortífera jamás creada.

Vemos al ejército que compone la resistencia con las marcas y huellas de las guerras ya pasadas. Como el mismo protagonista, también mermado, pero saliendo airoso hacia delante, siempre con su lucha, ya sea en silla de ruedas o embutido en una armadura mecanizada. La guerra contra los nazis continúa… y esta vez los alemanes lo tienen claro: Blazkowicz puede hacerles mucho daño. Bajo esta premisa, la fórmula sigue funcionando a la perfección, con tiroteos frenéticos, explosiones, chispas y trozos de metal saltando delante de nuestros ojos, amén de los casquillos de bala bailando en el aire al son de nuestra “Kampspistole”. Este belicoso baile está perfectamente programado para que los encuentros balísticos con nuestros enemigos te hagan quedarte sin aliento, además de que nuestro héroe demuestra una habilidad brutal para repartir muerte sosteniendo dos armas largas en cada mano. Cada bala, cada detonación de nuestras armas, cada impacto en el cuerpo del enemigo… todas esas sensaciones las sientes casi reales en tu mano. Todo el sistema de gestión de armamento funciona de una manera muy sencilla, directa y dinámica, y hace que rápidamente te sientas inmerso en la historia; y por eso, todas esas emociones son aún más reales. Sin pensarlo, los enfrentamientos son los más salvajes y frenéticos que he jugado.

También tienes la opción de avanzar de una manera más sigilosa. Personalmente, me ha funcionado bastante bien eso de atacar en silencio o esperar al enemigo en un rincón para darle muerte, pero ya que el combate ha sido mejorado en cuanto a frenetismo e impacto, el propio juego de por sí ya propicia los encuentros con nuestros enemigos, y no tarda en alertarlos para intentar detenerte. Para ello, a lo largo de nuestra andadura encontraremos además de todo tipo de armas a cada cual más divertida, desde ligeras hasta pesadas… muy pesadas. En nuestro camino nos haremos con muchos tipos de coleccionables, hasta poder hacer mejoras por medios de gadgets nuestro armamento, e incluso optimizar nuestras capacidades físicas, como saltar más alto, embestir enemigos y cosas por el estilo, todo para que nos satisfaga más acabar con el nazi de turno.

La ambientación del juego es sublime; los primeros niveles pueden resultar algo claustrofóbicos, ya que transcurren dentro del submarino (conocido como el Martillo de Eva), pero no tardas en darte cuenta que esto es necesario para conocer a los demás componentes de los rebeldes y cómo las heridas de la guerra han hecho mella en ellos. Además, ese encajonamiento sirve también para que el impacto cuando sales a la superficie, a un Estados Unidos tomado por los nazis, sea aún más impactante y lleno de una “belleza” negativa que te deja totalmente boquiabierto.

Cuando vamos llegando a Manhattan, contemplamos desde nuestro submarino la cabeza de la Estatua de la Libertad sepultada bajo el mar. En este punto nos percatamos que a nuestra salida al exterior, una vez en Nueva York, no va a ser muy agradable lo que vamos a ver… desde el punto de vista de nuestro protagonista, claro. Como jugador te quedas asombrado de la verosimilitud con la que han representado ese tipo de holocausto, no solo a nivel gráfico y estilístico, sino por cómo está representada la sociedad que vive en ese nuevo país de las oportunidades. Por detalles y personajes observamos que no todo el mundo está en contra del régimen totalitario al que Frau Engel los está sometiendo.

La música es otro gran acierto en esta historia, entre las filas del equipo acreditado encontramos a Mick Gordon, compositor también de la anterior entrega de Wolfenstein y en The Old Blood, además de haber participado en Doom, Prey y en varios títulos de la saga de Need for Speed. Entre el estupendo trabajo de Mick y el de los demás grupos, como por ejemplo la versión del final del «We’re not gonna take it» de Twisted Sister versionada y “blackmetalizada” por “Veïlroth”, consiguen dar ese toque gamberro del que durante todo el juego hace demostración.

Podéis imaginar que, con todos estos ingredientes, estamos ante una historia dura y cruda, y lo cierto que es así, pero también nos encontramos con un humor negro exagerado y totalmente gore, algo que si te gustan filmes de directores como Eli Roth, Tarantino y demás te va a encantar cómo nos cuentan esta historia; sobre todo quiero hacer mención especial a algunas de las escenas protagonizadas por Frau Engel que son de lo más surreal y totalmente bañadas en el líquido vital.

El juego ejecuta muy bien las mecánicas del género, pese a que se basa en un trayecto de punto A a punto B. Algunas voces lo pueden tachar de pasillero, pero repito, la fórmula funciona, al igual que funcionaron los shooter en primera persona de hace algunos años de los que éste toma todo su espíritu. Wolfenstein II: The New Colossus, eleva la acción a niveles que pocos otros juegos actuales pueden llegar, y más sin contar con un modo multijugador. Una de las primeras sensaciones que tienes cuando te metes en la piel de Blazko es que te vas a divertir; no te cuesta hacerte con el control, y eso hace que te envuelvas más plenamente en la trama, te olvidas de otros conceptos y solo sientes ganas de saber más, es pura diversión.

Quiero dejar claro que, con todo esto que menciono, no me refiero a que el juego es fácil. Al contrario, es difícil, mucho. Como ya se dijo antet, tienes que ingeniártelas para matar a los soldados por la espalda de manera sigilosa o buscar un buen parapeto y cubrirnos de las granadas que nos lanzan los enemigos en pos de intentar sobrevivir y llegar a despejar la zona. Olvidaos de revolotear alrededor del soldado contrario, porque éstos no se anda con chiquitas: te flanquean, te rodean, se esconden y, si no andas con cuidado y no demuestras ser más listo y rápido que ellos, acabarás mordiendo el polvo una vez más. Pero recuerda, como dice un viejo proverbio chino: si te caes siete veces, levántate ocho.

Wolfenstein II: The New Colossus repite la fórmula de su antecesor, pero con más explosiones, más armas, más humor y más sangre, nos trae además una historia super atractiva y divertida, con personajes bien escritos, escenas y momentos muy locos que seguro que nos dejarán totalmente pasmados. El título estará disponible para Nintendo Switch a partir del año que viene, pero de momento lo podemos jugar en Playstation 4, Xbox One y PC, y es altamente recomendable para todos aquellos que buscan un buen rato delante de una historia entretenida, para todos aquellos que recuerden esos shooters en los que lo único que tenías que hacer era pasarlo bien, disfrutar y dejarte llevar por lo planteado por el juego. Además de todo eso, aquí encontrarás una jugabilidad sencilla y efectiva amén de unos gráficos y ambientación de lo más espectacular visto últimamente. Estamos ante el nuevo coloso.

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