Ahmad Jadallah, uno de los máximos responsables de Semaphore Games y director de Unearthed, declaraba a la prensa del sector que ellos ante todo son narradores de historias, teniendo un montón de grandes cosas por narrar basadas en la cultura del Oriente Medio. Jadallah proseguía haciendo alarde de las posibilidades que al respecto le ofrecía el motor Unity, en términos de flexibilidad y rapidez de cara a ser tan creativos como productivos. No obstante, lo que ha hecho bajo esas premisas esta desarrolladora de Arabia Saudí es coger la mecánica del grandísimo Uncharted y copiarla «de aquella manera»… algo que se puede contemplar desde el mismísimo título del juego.
Qué queréis que os diga, dejando de lado el particular hecho de ver un título desarrollado en tan peregrinas tierras, se pierde bastante legitimidad cuando, temática aparte, el juego luce un nombre con claros visos de querer confundir al público, algo que se destila también desde el mismísimo diseño del logotipo. Claro está que no son pocos los usuarios de PC que matarían ahora mismo por contar con un Uncharted en sus discos duros… pero Unearthed, más allá de la poco elegante estrategia del nombre, poco tiene que ofrecer en este sentido. Para eso sigue estando el magnífico y todavía reciente Tomb Raider de Crystal Dynamics, por no mencionar la más que contundente presencia de un Uncharted 4 muy capaz de hacer temblar los cimientos del género.
La cosa va de controlar a Faris Jawad mientras exploramos ruinas arqueológicas en busca de tesoros, recorriendo varios países de Oriente Medio con el apoyo de nuestra hermana Dania. La piedra angular de nuestra investigación sigue los pasos del legendario explorador musulmán Ibn Battuta, que viene a ser algo así como el Sir Francis Drake del famoso Uncharted. Así, la aventura comenzará con nuestro remedo de Nathan Drake explorando un escenario típico del género, una cripta repleta de trampas y decenas de lugares por los cuales encaramarnos como si de un macaco se tratara.
El problema es que hay que ser muy bueno para hacer un Uncharted. En Crystal Dynamics supieron captar a la perfección el tipo de jugabilidad plasmado por Naughty Dog con el ya mentado Tomb Raider, acentuando el dramatismo de su desarrollo a base de crudeza y solidez narrativa. Sin embargo, la ausencia de medios de Semaphore se hace evidente desde el minuto uno. Y no lo digo por que el apartado visual sea menos exuberante, ya que, a pesar del evidente look que tiene todo el cojunto de lanzamiento para móvil/tablet, con Unity han conseguido ciertos parajes de bastante calidad… pero es que se hace bastante evidente (y por qué no decirlo, ridículo) el intento de alcanzar mediante convulsiones a uno de los títulos más punteros del género técnicamente hablando.
Lo peor de todo es que Unearthed podría haber compensado la falta de medios con talento, y en este sentido también pierde lo suyo. Aparte de que el diseño de juego es tan burdo como evidente, las animaciones, pilar de Uncharted o del citado Tomb Raider, son de lo más ramplón que os podáis imaginar. Lo último que transmite Faris Jawad al moverse es sensación de agilidad, y verlo desplazarse lateralmente mientras está aferrado a un saliente da casi miedo. Es como cuando tratamos de parapetarnos en una pared… ¡no hay animación intermedia! Estamos de pie y, de sopetón, estamos pegados al muro.
Todo esto sería de lo más criminal si a nivel jugable también fuera un horror… peor lo cierto y verdad es que, a pesar de ser todo bastante cutre, me ha dado unos curiosos momentos de diversión. Sí, pasé la mayor parte del tiempo riéndome de las animaciones, o flipando con la sensación de estar paseándome por unos decorados de cartón piedra, pero partes como la caída masiva de bolas de piedra hicieron que me lo pasara muy, pero que muy bien esquivándolas. Eso sí, esta ‘empatía lúdica’ requiere cierto compromiso con el juego, en el cual tendremos que ir perdonándole la gran torpeza de la que hace gala constantemente.
Este episodio inicial ─y por ahora único─ de Unearthed deja a las claras sus intenciones. Más allá de su calidad como videojuego en sí (mucho mejor para plataformas móviles que como título para las máquinas de sobremesa), el hecho de tratarse del primer desarrollo realizado en Arabia Saudí es ya en sí de lo más meritorio; pero mi consejo es que traten de ser honestos intentando hacer algo que no les ponga tan en evidencia como el intentar de vender un Uncharted no sin cierta mala praxis. Puede que le llegue a pasar como con ciertas películas de serie B, que son tan malas que terminan gustándote… pero a mí no deja de recordarme a aquel remedo del tema de «Titanic» (My heart will go on) que realizara el humorista Matt Mullholland. Cosas mías.