Hay géneros a los que les cuesta sacar cabeza a medida que va transcurriendo el tiempo. Algunos por el mero hecho de quedarse atrapados en el pasado, cuyas mecánicas, ancladas en otras épocas, se vislumbran a todas luces incompatibles con el ocio electrónico contemporáneo. Por otra parte, ciertas metodologías lúdicas han sabido definirse en las plataformas actuales sin deformar su espíritu, siendo bueno el ejemplo de los notables «matamarcianos» que han ido haciendo acto de aparición en los ordenadores y consolas de hoy. Auténticos juegazos como Super Hydorah, Infinos Gaiden y ZeroRanger son una muestra de que un estilo tan clásico como el de los shmups espaciales tiene todavía mucho por demostrar.
Por el contrario, la acción que en su momento demostraron iconos del píxel como Metal Slug, Midnight Resistance o Contra no han terminado de encontrar su hueco en pleno siglo XXI. No sabría decir si es por el factor dificultad o porque afrontar la realización de un run & gun de este tipo es algo mucho más complicado de lo que podría parecer a priori. Calibrar el gameplay de un furioso arcade que mezcle disparos, saltos y plataformas, enemigos y proyectiles, grandes jefes con espectaculares patrones de ataque… No, amigos, hacerlo bien exige un conocimiento exquisito del género, algo a lo que solo se llega cuando de verdad se ama este tipo de videojuegos. Esto lo sabrán de sobra los que hayan caído en las redes del recientísimo Contra Anniversary Collection que Konami acaba de publicar en Nintendo Switch, Microsoft Windows, Xbox One y PlayStation 4.
En dicha compilación de clásicos se encuentran magistrales ejercicios arcade como los del primer Contra, el espectacular Contra 3 (Super Probotector) que recibió Super Nintendo o el impactante Hard Corps de Megadrive. Este último juego es el que ha servido en gran medida como referencia para el título que ahora nos ocupa: Blazing Chrome. Teniendo en cuenta el éxito de las consolas de Sega en Brasil, era la lógica elección de Joymasher, desarrolladores del país carioca responsables de pequeñas joyas indie con sabor a retro como Odallus y Oniken. Su nuevo juego para PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC ratifica la frase con la que ellos mismos se definen: «We know retro«, demostrando con su última producción que saben lo que hacen.
Blazing Chrome es, por explicarlo con claridad meridiana, lo más parecido a Contra que puedes encontrar en la actualidad. De hecho, y como se ha dicho en el anterior párrafo, el hecho de que se haya tomado como inequívoca referencia el maravilloso Contra Hard Corps para Megadrive bien que lo podría haber transformado directamente en una secuela si hubiese llevado el sello de Konami. El ritmo de juego, el bombardeo constante de grandes enemigos, la forma de manejar los personajes, la variedad de situaciones planteadas… Incluso la protagonista principal, Mavra, una feroz soldado de la resistencia humana, es extremadamente parecida a Sheena Etranzi, de Hard Corps.
Tanto en lo visual como en lo sonoro, el programa de Joymasher parece provenir de los tiempos de los 16 bits, recordando más concretamente a Megadrive en lo concerniente a las paletas de color utilizadas y al estilo de los sonidos digitalizados. Desde luego consigue transportarnos al buen hacer de la Konami de los años 90, a aquellos días en los que cada lanzamiento era todo un acontecimiento. Claro está que existen capaz de scroll o ampliaciones y rotaciones de sprites que quedarían algo grandes en los 16 bits de Sega y Nintendo, pero el sabor, la esencia, es cien por cien retro. Tres cuartos de lo mismo para la jugabilidad, mimada hasta la médula y estudiada para que sea un desafío equiparable a la de Hard Corps y compañía. Quizás un punto más sencillo para el que venga ya curtido en los Contra y demás run’n’gun; pero, igualmente, con ese punto de rejugabilidad salvaje que nos harán recorrer una y otra vez los cinco desmesurados niveles de Blazing Chrome.
Por aquí esperábamos este título como agua de mayo, y la verdad es que Joymasher no ha decepcionado lo más mínimo. Blazing Chrome es algo más que una carta de amor a un estilo de juego poco pródigo en la actualidad. Es una pequeña maravilla que se me antoja poco menos que imprescindible. Imaginaos tú y tu mejor amigo, cada uno con su pad, luchando contra las fuerzas del mal con el bocata de noci… ¡no! No caeré en ese topicazo; pero sí os diré que entre Bloodstained: Ritual of the Night y este Blazing Chrome he rejuvenecido alguna década que otra. Y me ha sentado estupendamente.
