Muertos vivientes, opciones multijugador, el motor Source y todo el apoyo de Valve de cara que los usuarios aporten contenido gracias a Steam Workshop. Con estas palabras, el nombre que inmediatamente se nos viene a la cabeza es Left 4 Dead, como no podría ser de otra forma. Y es que el ya mítico trabajo de Turtle Rock Studios revolucionó el cotarro con bastante arte, metiéndonos de lleno en un apocalipsis zombi de esos que tanto nos gustan mezclándolo todo con un factor lúdico que, poniendo especial énfasis en el multijugador cooperativo, se ponía en la cabeza de los vicios más rotundos de la pasada generación.
Lo cierto y verdad es que ya han pasado un buen puñado de años desde que viera la luz aquel apabullante Left 4 Dead 2, habiéndonos dado jornadas y jornadas de masacres que aún a día de hoy se mantienen a lo largo y ancho de la red de redes. Los usuarios anhelaban la llegada de una tercera entrega con la que seguir dando rienda suelta a eso de agujerear zombis… pero Turtle Rock, aún con el aturdimiento propiciado por el batacazo de Evolve (¿de qué sirven tantos premios en los festivales de turno?), parece no estar muy por la labor de volver a navegar por aquella Pensilvania infestada de cadáveres andantes. Y es aquí donde entra Monochrome Games, con un Contagion que viene a colmar nuestras ansias.
Lo curioso del asunto es que el entorno que rodea a Contagion es en verdad el auténtico responsable de que Left 4 Dead exista. Y es que estamos ante un juego basado en un mod que la propia Monochrome Games desarrollara para el primer Half-Life: Zombie Panic. Seguido por Zombie Panic Source, esta modificación utilizaba el andamiaje de los clásicos de Valve para introducirnos en una experiencia zombi inédita hasta la fecha, viendo la luz mucho antes de que a Turtle Rock Studios se le pasara por la cabeza esbozar su gran éxito. Así, este Contagion que hoy nos ocupa no es que deba su razón de ser a Left 4 Dead, sino que Left 4 Dead debe su existencia a la creación de Monochrome Games.
En cualquier caso, nos encontramos ante una experiencia que sobre el papel es muy similar al clásico de Valve. Un ejercicio verdaderamente solvente en cuanto a prestaciones y que, aún con el indiscutible parecido, logra obtener su importante porción de carisma para no terminar pareciendo una sombra del mil veces mentado Left 4 Dead. Esto lo logra Contagion gracias a lo crudo de su mecánica y formas jugables, que se centran única y exclusivamente en una supervivencia más «realista», además de huír de engendros fantásticos a la usanza de los míticos ‘hunter’, ‘smokers’ o la siempre temida ‘bruja’. Aquí no hay otra cosa que zombis más o menos agresivos, unos protagonistas capaces de agotarse a poco que se esfuercen más de la cuenta y, atención, muy, pero que muy poca munición.
Tres son los modos que por ahora sustentan la jugabilidad de Contagion. ‘Extraction’ y ‘Escape’ son en esencia lo mismo, teniendo que atravesar el escenario -y consecuentemente las hordas de muertos- para poder salir del lugar. ‘Escape’ en todo caso otorga profundidad al asunto, dando más espectacularidad a la huída y, por los objetivos añadidos, un factor aventura digno de mención. Por contra, ‘Extraction’ nos obliga a hacernos fuertes en un lugar concreto para resistir a las hordas carnívoras hasta que llegue el momento de la extracción, debiendo entonces llevar a los vivos a salvo. Ambos modos son muy divertidos, sobre todo si lo juegas con conocidos que no conviertan la partida en un caos fuera de toda cooperación.
No obstante, es la modalidad ‘Hunted’ la que brilla con luz propia. Poneos en situación: el juego nos coloca en un punto del mapa, en solitario, tendremos que intentar llegar a los otros humanos y luchar por la supervivencia. Esto vendría a ser una especie de pequeño Day-Z, con alianzas y traiciones dándose la mano. En cualquier caso, podremos usar el smartphone que llevamos encima para localizar a la gente, al igual que revelaremos nuestra posición. El problema es que los zombis, al igual que nuestros amigos, verán en los ruidos que hagamos un punto de atracción… muy tenso y emocionante.
Si hay algo maravilloso en Contagion es el que podremos convertirnos en zombi. Haciendo honor a su nombre, el juego propicia el que los enemigos puedan contagiarnos, asumiendo entonces un rol que supondrá un auténtico peligro para nuestros antiguos compañeros. Se puede dar el caso de que notamos que estamos infectados, y podremos disimular ante el equipo metiéndonos, por poner un ejemplo, en un cuarto de aseo, cerrando la puerta. Quizás hacer bromas al respecto por el micro puede dar lugar a una situación de encerrona maravillosa, haciendo que algún amigo entre a buscarnos y… ¡mordisco!
Queda claro que Contagion es un juego divertidísimo, soportándose incluso si nos aventuramos en solitario (siendo entonces una odisea dificilísima). No son muchos los mapas dispuestos, pero la mezcla de opciones y la aleatoriedad de los elementos en ciertas opciones hacen que la vida del programa sea de lo más extensa. A esto hay que sumarle las aportaciones de los usuarios, que ya se están empezando a hacer notar. Completa el círculo un plantel técnico a la altura de las circunstancias, con un apartado sonoro magnífico (con muy buenas músicas también) y un aspecto de lo más notable, a pesar de usar una tecnología -el motor Source- que huele un poco a naftalina.
A pesar de las importantes diferencias, Contagion es un gran título para los que esperaban un tercer Left 4 Dead. Se toma muy en serio a sí mismo, y es algo que se nota en la tremenda solidez que transmite. Es duro, profundo y da muy mal rollito, con sustos y golpes de efecto muy bien plasmados. Y por supuesto, el núcleo del juego, sus opciones multijugador, son como para aplaudir hasta que a uno se le caigan las manos. ¡Hasta tiene un modo a pantalla partida para jugar en un mismo PC! En definitiva, se trata de una joya bastante apetecible, imprescindible al precio por el que se puede comprar en las rebajas veraniegas de Steam. Y mientras Monochrome Games está trabajando en trasladar Contagion a Xbox One o PS4, auguro que no serán pocos los ordenadores que estarán bastante tiempo conectados con sus zombis tomando las pantallas.