Cartel del evento diseñado por Art of Hyukiee

El pasado viernes 13 de junio en el Auditorio Edgar Neville de Diputación de Málaga tuvo lugar el concierto solidario Un viaje por la música de videojuegos, un tributo a las mejores canciones y bandas sonoras de videojuegos cuya recaudación fue destinada íntegramente al proyecto de ayuda a la infancia en Nepal de la Fundación Vicente Ferrer.

Ya en el cartel anunciador nos adelantaban que iba a ser un gran espectáculo tanto por la duración de aproximadamente dos horas (que finalmente fueron dos horas y media) como por el amplio y variado repertorio con un programa de más de 30 temas y, por supuesto, por la cantidad de artistas malagueños (casi cien) que desinteresadamente se iban a reunir en el escenario del auditorio: La Malagueña Sinfónica (dirigida por la joven y talentosa Ana Genoveva del Pino), Hey Listen! Music Band, Magape Pianist, PQS Little Big Band y The Chicken in the Kitchen (ambas vinculadas a la escuela El Quinto Método y dirigidas por Teo Diéguez), los coros de Promúsica y Rainbow Voices Costa del Sol (dirigidos ambos magistralmente por Cristina Risueño), Lyrica Ensemble, Percutora, Antonio Gallego y Marta Diéguez. Por no decir, el ingente trabajo de ensayos y arreglos realizados en gran parte por parte de los mismos intérpretes (Magape y Begoña Ramos de Hey Listen, Teo Diéguez o Fernando Salto Ruiz de la LMS, entre otros), como pudimos comprobar en los carteles que anunciaban cada tema.

No es fácil encontrar un concierto que haya aglutinado en Málaga a tantas personas, con tanta música de videojuegos y, además, con algunas sorpresas que también nos anunciaron y que os vamos a contar en esta crónica.

Christian Jongeneel y Reme Díaz, de la Fundación Vicente Ferrer, presentaron el concierto. Foto: Nika Miranda

El concierto, que consiguió llenar las casi 400 butacas del auditorio, comenzó con puntualidad británica a las 19h, con un pequeño vídeo de bienvenida de la Fundación Vicente Ferrer y la presentación por parte de Reme Díaz, voluntaria de la Fundación y organizadora del evento, y Christian Jongeneel, representante de la entidad en Málaga. Tras esta breve introducción, le dimos al play para comenzar el concierto, que estuvo estructurado en tres partes, cada una dedicada a la producción musical del videojuego en diferentes países: Japón, Europa y Estados Unidos.

Cada bloque fue precedido de un breve vídeo donde nos fueron poniendo en situación sobre los temas que íbamos a escuchar, con imágenes de los videojuegos y la locución de la escritora y diseñadora de narrativa de videojuegos Marta García Villar, gran colaboradora de la Fundación Vicente Ferrer en anteriores conciertos dedicados a Studio Ghibli. Y al finalizar el primer vídeo, llegó la primera sorpresa ya que se unió un jugador a la partida: ni más ni menos que Akira Yamaoka, que saludó a todos los presentes a través de una proyección y se sumó a la causa solidaria del evento. Y no sería el único, pero todo a su debido tiempo.

Saludo del compositor de Silent Hill, Akira Yamaoka, antes de comenzar el concierto. Foto: Magape

Y con un bloque dedicado a la obra de Hideo Kojima y una serie de temas de Silent Hill, compuestos por Yamaoka, comenzó el concierto. El primer tema fue Promise (Reprise), interpretado con delicadeza y elegancia al piano por Magape y acompañado, como durante todo el concierto, por proyecciones con imágenes del videojuego.

Casi sin interrupción, le siguió Theme of Laura (Silent Hill 2) que corrió a cargo de la PQS Little Big Band y The Chicken in the Kitchen y que destacó por su energía. Estos temas sirvieron de aperitivo para la canción I Want Love (Silent Hill 3), para nosotros de las mejores del concierto, donde se sumó La Malagueña Sinfónica y donde Nieves, la cantante solista, supo interpretarla magníficamente con su potente voz, a pesar de la dificultad del tema.

Un momento de conexión entre artistas y directores durante I Want Love (Silent Hill 3). Foto: Magape

Cabe destacar la coordinación entre la dirección orquestal por parte de Ana Genoveva del Pino y la dirección de las agrupaciones de El Quinto Método por Teo Diéguez para conseguir que los temas conjuntos sonaran a la perfección, compenetrándose muy bien la elegancia y entusiasmo de Ana con la energía y pasión de Teo. Detalles que a veces pasan desapercibidos y son de vital importancia.

Tras esta serie de temas de Silent Hill y la primera gran ovación de la tarde, el concierto siguió con dos piezas de Metal Gear Solid: el Main Theme, interpretado por La Malagueña Sinfónica, la PQS Little Big Band y The Chicken in the Kitchen, y la espectacular Snake Eater, donde se sumó el percusionista Antonio Gallego y que nos sorprendió por la altísima calidad vocal de Candela y los coros del resto de componentes de The Chicken in the Kitchen. Y es que este tema con aires de película de James Bond es muy exigente y sonó espectacular, francamente a la altura de la original cantada por Donna Burke.

Y llegó la segunda (y tercera) sorpresa: Harry Gregson-Williams (compositor de Metal Gear Solid) nos mandó un breve pero cálido saludo desde Londres, al igual que Ludvig Forssell (compositor de Death Stranding), que también se unió a los saludos y al apoyo a la causa solidaria del concierto, e introdujo así el siguiente tema, la canción principal de Death Stranding, bajo el mismo título, que fue interpretada por la PQS Little Big Band y The Chicken in the Kitchen y los solistas de violín Begoña Ramos (Hey Listen) y Nahum Canoura (LMS) y donde la dulce voz de Lucía nos conquistó desde el primer momento.

Bea, de The Chicken in the Kitchen, nos enamoró con su voz en el tema Two Wings. Foto: Nika Miranda

Y dejamos a Kojima para adentrarnos en dos temas del compositor Yasunori Mitsuda: Time’s Scar, del videojuego Xenoblade y Two Wings, de Xenogears. El primero, instrumental, sonó de maravilla de la mano de La Malagueña Sinfónica, Percutora y la violinista solista Begoña Ramos. Este animado tema dio paso a Two Wings, donde se sumaron en el escenario los integrantes de Hey Listen, Antonio Gallego a la percusión, la PQS Little Big Band y The Chicken in the Kitchen, cuya cantante, Bea, aportó una versión en inglés del tema original llena de sentimiento y pasión. Curiosamente, en los últimos acordes del tema, que suenan a música celta, el público arrancó a dar palmas acompasando la melodía, lo que daba una buena muestra del buen ambiente que se estaba viviendo dentro y fuera del escenario.

La Malagueña Sinfónica permaneció en escena mientras el resto de agrupaciones se retiraban con una fluidez que se repitió durante todo el concierto y que tenemos que destacar por la complejidad que supone mover a tantos artistas en un espacio reducido y con un tiempo tan limitado. Algo que puede pasar desapercibido para el público en general pero que es muy importante para el éxito de un concierto de esta envergadura y que debemos agradecer a una buena escaleta diseñada por La Malagueña Sinfónica y una estupenda coordinación entre músicos y organizadores.

La Malagueña Sinfónica y Begoña Ramos preparados para empezar con Time’s Scar. Foto: Magape

Dicho esto, tocaba el turno de los éxitos de Nintendo, empezando cómo no por el buque insignia de la compañía japonesa, Super Mario Bros, con una divertida suite de los temas compuestos por Koji Kondo interpretada por La Malagueña Sinfónica. Pudimos ver caras de alegría entre el público más joven, y por qué no decirlo, en el resto también.

La suite de Super Mario Bros interpretada por La Malagueña Sinfónica, dirigida por Ana Genoveva del Pino. Foto: Magape

Y llegó uno de los platos fuertes de esta primera parte: el difícil tema Liberi Fatali de Final Fantasy VIII (compuesto por Nobuo Uematsu), donde pudimos disfrutar por fin de las voces del Coro Promúsica, dirigidos con maestría por Cristina Risueño. Mientras se incorporaba el coro a escena, Ana Genoveva del Pino pronunció unas palabras de agradecimiento a su “familia” de La Malagueña Sinfónica y recibió así el cariño del público con un gran aplauso. Si bien el auditorio no permitía el merecido lucimiento del sonido del coro, tanto las voces de Promúsica como La Malagueña Sinfónica y Percutora consiguieron sonar espectaculares y arrancaron una gran ovación por parte de los asistentes.

Tanto orquesta como coro abandonaron el escenario, que pasó a ser minimalista con el trío Hey Listen, que interpretó un medley de The Legend of Zelda: Ocarina of Time (compuesto por Koji Kondo) acompañados de Antonio Gallego a la percusión. El ambiente íntimo y más relajado continuó con otro medley de canciones de Kingdom Hearts (compuestas por Yoko Shimomura), donde las voces de Elena y Candela (de The Chicken in The Kitchen) volvieron a enamorarnos con su sentida versión de Simple and Clean y Sanctuary acompañadas al piano por Magape.

El trío Hey Listen! Music Band puso música a The Legend of Zelda: Ocarina of Time. Foto: Magape

Y hablando de enamorar, para el tema Kokoro No Kakera de Ni No Kuni (compuesto por Joe Hisaishi), junto a la pianista Magape contamos con la colaboración de la artista revelación del concierto que la Fundación Vicente Ferrer organizó el año pasado dedicado a Studio Ghibli, Marta Diéguez, que con sus once años demostró una vez más su soltura en el escenario, cantando el tema en su versión en japonés con el encanto que le caracteriza.

Para terminar el bloque japonés, la sección de cuerda de La Malagueña Sinfónica se sumó a Magape y a Marta Diéguez para interpretar la canción principal de ICO, You Were There, un delicado tema compuesto por Michiru Oshima y Koichi Yamazaki que, sin embargo, exige mucha pericia vocal sobre todo en su estribillo y que resolvió con total solvencia Marta, llevándose de nuevo un gran aplauso por parte del público.

Marta Diéguez nos cautivó con su interpretación en japonés, inglés y español, especialmente en La canción del mar del videojuego Rime. Foto: Angarillon76

Tras esta primera parte, la más extensa con casi 45 minutos de música, comenzó el bloque de Europa con un nuevo vídeo introductorio presentado por Marta García y un breve vídeo institucional del programa de infancia en Nepal de la Fundación Vicente Ferrer. Resultó especialmente emotivo escuchar las palabras de Prashant, uno de los niños nepalíes, justo antes del primer tema del bloque, La canción del mar, canción compuesta por David García Díaz para el videojuego español Rime y que cantó de nuevo Marta Diéguez con la sección de cuerda de La Malagueña Sinfónica. Sin duda, la emoción en su voz y la letra de la canción arrancó alguna que otra lagrimilla, aparte de una gran ovación para Marta, que se despedía entonces del público.

El escenario volvió a quedarse solo con los integrantes de Hey Listen acompañados esta vez de la mezzosoprano Itziar Jimena, de Lyrica Ensemble, que se harían cargo de la mayor parte de los temas europeos. Así, seguimos con otros dos videojuegos españoles de gran éxito, Gris y Neva, de Nómada Studio y compuestas por Berlinist. El medley del Main Theme Parte 1 de Gris y el tema So Long de Neva funcionó muy bien y dejó reposar la emoción que ya habíamos experimentado con Rime a través de una interpretación delicada y sobria.

Antes de seguir, otra nueva sorpresa: la cantante Julie Elven nos mandaba un saludo antes de la versión de dos de sus temas para los videojuegos Horizon Zero Dawn (Aloy’s Theme) y Horizon Forbidden West (In the Flood), compuestos por Joris de Man. La espléndida voz de Itziar llenó el escenario del auditorio con el tema de Aloy, junto a Hey Listen y Antonio Gallego, y nos puso los pelos de punta con su preciosa interpretación de In the Flood.

Nos adentramos entonces en el bosque con un breve medley de los temas principales de Ori and the Blind Forest y Ori and the Will of Wisps (compuestos por Gareth Cocker), donde de nuevo Hey Listen e Itziar consiguieron evocarnos mundos mágicos con su música y su extraordinaria voz, respectivamente.

Y del bosque a la taberna de The Witcher 3: Wild Hunt, donde la canción de Priscilla, compuesta por Marcin Przybyłowicz, sonó estupendamente acompasada con la escena del videojuego proyectada en el escenario. De nuevo Hey Listen e Itziar dieron lo mejor de sí para emocionarnos con esta triste balada.

Magape nos presentó con una sonrisa el bloque de Baldur’s Gate 3. Foto: Nika Miranda

El bloque europeo acabaría por todo lo alto, tras este paréntesis más íntimo y minimalista, sumándose al escenario de nuevo el coro Promúsica junto a Rainbow Voices, La Malagueña Sinfónica, Percutora, Lyrica Ensemble y la pianista Magape con tres temas de uno de los videojuegos del momento (sí, aunque lleve varios años editado, sigue siendo uno de los que más repercusión tiene en la esfera actual y que más expectación genera): Baldur’s Gate 3. Al tiempo que el escenario se iba llenando, Magape animó al público con sus palabras y nos confesó lo importante que era para ella (y para muchos de los asistentes) el videojuego que íbamos a escuchar. Y antes de empezar los temas, más sorpresas: el mismísimo Borislav Slavov, compositor de la banda sonora y ganador del BAFTA en 2024, nos mandaba un cariñoso saludo y nos animaba con su habitual calidez humana a seguir dejándonos llevar por la pasión de la música.

Y con esta expectativa comenzamos el primero de los temas, Nightsong, interpretado casi a capela como el susurro de una nana por el coro Promúsica, para seguir con el conocidísimo tema Down by the River, que fue interpretado a la perfección por Itziar Jimena con Magape al piano, en un arreglo delicado y mágico que nos condujo, sin embargo, a la apoteosis del Main Theme para finalizar con fuerza el bloque, donde ya se unió La Malagueña Sinfónica con Percutora, las voces de los coros Promúsica y Rainbow Voices y la solista Cristina Risueño. Fue sin duda uno de los grandes momentos de la noche, por la emoción que emana de los propios temas y por la magistral interpretación de todos los músicos y cantantes, dirigidos igualmente con magnífica solvencia por Ana Genoveva del Pino (LMS) y Cristina Risueño (que hizo doblete dirigiendo a los coros y cantando en este último tema).

Con el subidón de Baldur’s Gate 3, viajamos a la última parada, Estados Unidos, de nuevo con una breve introducción audiovisual de la mano de Marta García y un pequeño vídeo institucional donde conocimos más sobre la situación de la infancia en Nepal a través del testimonio de Garima.

Y el comienzo de este bloque no fue menos apoteósico que el final del anterior, ya que nos esperaba un acertado arreglo que unió la canción The Dragonborn Comes y el tema Dragonborn de Skyrim (compuesta por Jeremy Soule). La espléndida voz de Cristina Risueño comenzó a solas con la pianista Magape para dar paso a una extraordinaria interpretación de Dragonborn por parte de La Malagueña Sinfónica y Percutora, los coros Promúsica y Rainbow Voices, Magape y la espectacular voz de Cristina, que supieron arrancar el espíritu guerrero que todos llevamos dentro con una fuerza brutal y que tuvo como recompensa uno de los aplausos más largos de la velada.

Y seguimos guerreros con Medal of Honor: European Assault, compuesta por Chistopher Lennertz que no solo cedió desinteresadamente para este evento la partitura del tema principal, Dogs of War, sino que también nos envió un simpático y cariñoso saludo para apoyar la labor que hace la Fundación Vicente Ferrer desde sus inicios en la India y la importancia de llevar la música a todos los rincones del mundo. El característico solo de trompeta del tema dio paso a una emotiva interpretación por parte de La Malagueña Sinfónica y el Coro Promúsica que erizó la piel a los asistentes.

A continuación pasamos de la guerra al apocalipsis con The Last of Us, donde se combinó el tema Take On Me de A-Ha (que para quien no lo sepa toca a la guitarra la protagonista del videojuego, Ellie, en uno de los momentos más bonitos del mismo) con el tema principal que corrió a cargo de The Chicken in the Kitchen. Eso sí, tras una breve presentación por parte de Teo Diéguez de sus agrupaciones y un agradecimiento a todos los músicos participantes. Y al igual que en el videojuego, Take On Me resultó ser el momento más tierno y emocionante de la noche, no solo por la delicada interpretación a guitarra de Teo y la cálida voz de Lucía, sino por la conexión que se creó con el público cuando este nos pidió cantar con ellos una vez el estribillo y todos, coro incluido, nos unimos en una sola melodía. Sin palabras. Para el tema principal, Begoña Ramos al violín y Antonio Gallego a la percusión se sumaron para dar un intenso final a la altura de la composición de Gustavo Santaolalla, rematado por un gran aplauso de los espectadores.

Teo Diéguez y Lucía nos regalaron el momento más emotivo de la velada con su versión del Take On Me y su conexión con el público. Foto: Angarillon76

Enfilando la última parte del concierto, aún nos quedaban más emociones fuertes. Austin Wintory, compositor del aclamado Journey, cerró el plantel de artistas que enviaron un saludo a los asistentes y alabó la causa solidaria del evento. Además, al igual que Lennertz, cedió generosamente las partituras de Nascence y I Was Born For This, temas que sonaron a continuación en ese orden. El primer tema corrió a cargo de La Malagueña Sinfónica, donde destacamos la interpretación del violonchelista (que consiguió estar a la altura de la de Tina Guo), a la que se unió Itziar Jimena como solista del tema final del videojuego aportando una vez más su maravillosa voz en un tema complicadísimo tanto por su ejecución vocal como por la emoción que transmite y que sentimos sobre todo los que hemos jugado a Journey alguna vez.

Saludo de Austin Wintory antes de los temas de Journey. Foto: Reme Díaz

Como colofón, dos piezas del videojuego God of War: Ragnarök compuesto por Bear McCreary nos guiaron al Valhalla y a un final apoteósico. Por un lado, una suite donde el tema principal, interpretado por La Malagueña Sinfónica y los coros Promúsica y Rainbow Voices se mezcló al final con la melodía de Memories of Mother, cantada internamente por Cristina Risueño para evocarnos ese recuerdo y esa pérdida que marca la historia de Kratos y su hijo Atreus. Por último, la canción Blood Upon The Snow sonó grandiosa con la voz de Nieves y el resto de las bandas de El Quinto Método (PQS Little Big Band y The Chicken in the Kitchen), acompañadas por La Malagueña Sinfónica y Antonio Gallego en la percusión.

Los coros de Promúsica y Rainboy Voices durante el concierto. Foto: Angarillon76

Pero el juego no acabó aquí. Tras una gran ovación del público, puesto en pie, Reme Díaz volvió al escenario para agradecer a los músicos su implicación y su profesionalidad, así como de nuevo a los colaboradores y patrocinadores del evento por su aportación al éxito del mismo: Diputación de Málaga, Royal Pianos, OXO-Museo del Videojuego de Málaga, Animum 3D School y la diseñadora ubetense Aitana Hernández (Art of Hyukiee), encargada de diseñar el cartel del concierto como homenaje al videojuego Journey.

El público en pie en la gran ovación final del concierto. Foto: Magape

Y cómo no, quedó un bonus extra para acabar por todo lo alto con Legends Never Die, del videojuego League of Legends, ideal para poner punto final haciendo un símil con la letra de la canción y la labor de la Fundación Vicente Ferrer. De hecho, mientras en el escenario volvían a deleitarnos la PQS Little Big Band y The Chicken in the Kitchen (con su voz solista, Candela y los coros del resto de integrantes), Hey Listen y Antonio Gallego, en la proyección no vimos esta vez imágenes del videojuego. Esta vez, fotos del propio Vicente Ferrer, Anna Ferrer, niños y niñas de India y Nepal se mezclaron con varias estrofas elegidas de la letra de la canción. Este final resultó muy emotivo ya que desde el escenario se animó al público a acompañar con palmas la canción y la sincronía de la letra y la música nos hizo también asomar alguna que otra lágrima.

Porque este viaje por la música de videojuegos fue sin duda legendario. Y las leyendas como Vicente Ferrer nunca mueren. Su luz y su legado perviven siempre entre nosotros.

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