Rise of the Tomb RaiderCuando pienso en Tomb Raider, no puedo evitar trasladarme a la década de los noventa, cuando la añorada Core Design presentaba a la prensa un prometedor juego de acción y aventuras protagonizado por la exuberante arqueóloga Laura Cruz. Tan hispano nombre terminó adoptando maneras anglosajonas, siendo Lara Croft la que se asomara un 25 de octubre de 1996 en la Saturn de Sega. Tras su paso por las plataformas más importantes de la época (convirtiéndose en todo un icono dentro del catálogo de PsOne), el fenómeno Tomb Raider fue un contundente referente de lo que era nuestro particular ocio electrónico, circunstancia que se iba refutando secuela tras secuela hasta que un mediocre Tomb Raider: El ángel de la oscuridad explotó una burbuja que ya daba signos de desgaste, llegando al punto de colocar la franquicia en la cuerda floja.

En consecuencia, una Core Design muy tocada por los acontecimientos terminó cerrando sus puertas, tomando entonces el relevo los siempre eficientes talentos de Crystal Dynamics. Tras joyas del talante de Soul Reaver o Gex 3D, los nuevos responsables fueron más que respetuosos con las premisas que definieron en su momento al título original, con un Tomb Raider: Legend que redibujó sutilmente los conceptos básicos de la serie sin perder un ápice de la esencia de los ejemplares clásicos. Igualmente, junto con Buzz Monkey Software firmaron un bonito homenaje en Tomb Raider Anniversary, lanzamiento que celebraba por todo lo alto el décimo aniversario de la franquicia.

Rise of the Tomb Raider

Tras Tomb Raider: Underworld, que también fue bastante bien acogido por la crítica, Square Enix ─los actuales propietarios de la marca─ encargaron de nuevo a Crystal Dynamics el desarrollo de nueva nueva entrega, la cual vería la luz en 2013. Sin embargo, todo tenía que ser muy distinto en este nuevo Tomb Raider, tomando como base el concepto reboot, reiniciando al personaje y llevándolo en todos los sentidos hacia un nuevo prisma. La jugada salió redonda, capturando el interés de propios y extraños, con los usuarios por fin dirigiendo sus miradas hacia las aventuras de Lara Croft sin considerar que se trataba de la enésima entrega de turno. Para colmo, Crystal Dynamics rubricó un juego a todas luces maravilloso, capaz de adoptar lo mejor de una serie como Uncharted sin que se le notaran los flecos y, más importante aún, sin perder su propia identidad. Y como no podía ser de otra manera, la secuela de este particular reinicio tenía que llegar sí o sí.

Dejando de lado toda polémica que pudo suscitar en su momento la exclusiva temporal de esta continuación para las plataformas de Microsoft, el nuevo Rise of the Tomb Raider fue fiel a la línea marcada por su más inmediato predecesor, desmarcándose de nuevo de la serie original en base a un plantel de personajes ciertamente interesantes, a un escenario abierto con muchas posibilidades a nivel de jugabilidad y, en conjunto, a un factor lúdico profundo, emocionante, pasional y de lo más cinematográfico. El personaje rehecho vuelve, con una Lara curtida por su anterior experiencia, y por suerte lejos de aquella “súper heroína” de los primeros juegos. En definitiva, mucho más veraz en su esencia de mujer auténtica.

Rise of the Tomb Raider

Rise of the Tomb Raider sitúa la historia justo después del anterior título, con una Lara que contempla las repercusiones de su dramática odisea en Yamatai. Los periódicos, lejos de ensalzar sus actos, tratan de hacer ver que estamos ante una arqueóloga que, como su desaparecido padre, ha enloquecido siguiendo la estela de imposibles. Es por ello que nuestra testaruda protagonista decide restaurar el honor familiar relevando a su progenitor en la búsqueda del secreto de la inmortalidad, oculto tras la enigmática ciudad de Kieth. Como no podría ser de otra manera, tendrá que enfrentarse a un enemigo que comparte objetivo, amén de tener todo un ejército de hombres armados para impedir nuestra meta.

Entre las novedades más reseñables de Rise of the Tomb Raider, podemos destacar la inclusión de nuevos movimientos de sigilo para Lara, enfocados sobre todo a la ejecución silenciosa de enemigos al más puro estilo Assassin’s Creed. Se trata de un punto a destacar dentro de lo que es un personaje que ha evolucionado bastante en lo que al control se refiere, siendo más intuitivo y menos automático, haciendo que cada acción que llevemos a cabo se convierta en un auténtico gozo para los sentidos. Y por acciones que no quede, ya que Rise of the Tomb Raider, en la línea del anterior juego, continúa repartiendo mecánicas variadas de forma magistral, sin mostrar fisuras que rompan el firme engranaje.

Rise of the Tomb Raider

Exploración (ojo, con muchísimos secretos), plataformas, sigilo, emocionantes tiroteos… Crystal Dynamics ha cuidado de manera enfermiza cada pequeño tramo jugable de Rise of the Tomb Raider, convirtiéndose en una maravillosa experiencia para lo que es un excelente videojuego con muchas, muchísimas horas de diversión tras de sí. Visualmente ya era un trabajo impactante en Xbox One, y más aún si disponíamos de un PC bien armado (sin olvidarnos de la notable versión Xbox 360), ofreciendo en conjunto ese tipo de sensaciones impagables que solo destilan los videojuegos que tienen mucho mimo tras de sí. La nueva versión para PlayStation 4, cuya esperada aparición es aprovechada para celebrar el 20 aniversario de la franquicia, no es diferente de lo que ya pudimos ver en One, si bien se corrigen algunos aspectos y se torna más estable en determinados puntos conflictivos.

Aparte, añade una buena cantidad de contenido, el cual en gran medida también está disponible para los usuarios de las versiones PC y Xbox One a poco menos de 10 euros. Quizás lo más destacable por lo novedoso y por el factor exclusivo es la posibilidad de visitar la Mansión Croft con las PlayStation VR (también jugable sin las gafas), si bien suman muchísimas horas de diversión modalidades como “Aguante” ─enfocado en la supervivencia y con posibilidad de juego cooperativo─ y el modo “Pesadilla” ─Lara contra hordas de zombis─, auténticos baluartes que complementan una aventura ya de por sí engordada el emotivo Blood Ties y por los DLCs Baba Yaga: The Temple of the Witch y Cold Darkness Awakened.

Rise of the Tomb Raider

En definitiva, creo no equivocarme al afirmar que Rise of the Tomb Raider es todo un imprescindible a poco que te guste vivir una aventura emocionante. Te enganchará tanto como el anterior Tomb Raider, a la par que se torna idónea para seguir por el camino aventurero tras la imbatible odisea de Nathan Drake en Uncharted 4. Los usuarios de ordenadores personales, Xbox One y Xbox 360 ya fueron más que afortunados al poder contar las pasadas navidades con un videojuego tan redondo, y es de justicia decir que el tiempo que ha pasado hasta la presente edición 20 Aniversario no ha mermado ninguna de sus sensacionales características. Y es que los usuarios de PlayStation 4 tienen aquí un ejemplar a todas luces imprescindible y con visos ─confirmadísimos─ de que aún será mejor en PlayStation 4 Pro.

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