Está claro que el ya mítico Dark Souls ha marcado en gran medida el paso a seguir de Inmortal Unchained, siguiendo así la estela de ejercicios a la usanza de Lords of the Fallen, The Surge o Nioh, cuyas metodologías lúdicas beben sin disimulo de la obra de From Software. Prueba de ello es que, ya durante sus primeros compases, el videojuego que hoy nos ocupa se delata a este respecto (por mucho que el uso de armas de fuego nos lleve a pensar lo contrario). Y lo hace de manera más que decente, con personalidad y aportando una decadente ambientación que le viene al concepto jugable como anillo al dedo, algo importante teniendo en cuenta que estamos ante el primer gran lanzamiento de Toadman Interactive, estudio sueco formado por profesionales que han trabajado en éxitos como Battlefield 4, Just Cause o Mad Max.
Como hemos dicho, Inmortal Unchained tiene su gran porción de personalidad, que es en gran medida donde precisamente sobrevive de primeras y destaca a pesar de su aparente sobriedad. La ambientación ─que recuerda bastante a la del fallido Too Human─ a este respecto es un pilar básico de cara a provocar empatía con el usuario, y consigue extender sus tentáculos hacia una jugabilidad que casa de medio a medio con su propuesta a nivel de juego. Tenemos ante nosotros una amalgama la mar interesante de géneros como el slash’n up, el RPG y, ojo al dato, el shooter, que en sí es el matiz más predominante. En cualquier caso, esta mezcolanza termina dando lugar a un resultado que radicaliza el concepto de acción y estrategia como pocos títulos actuales hacen a día de hoy. Y decimos “radicaliza” porque la propuesta de Toadman Interactive es un complicado reto digno de mención.
¿Qué nos cuenta Inmortal Unchained? Pues algo muy interesante, la verdad sea dicha. Teniendo en cuenta que los videojuegos “tipo Souls” suelen ser extremadamente crípticos en el aspecto argumental, el título que nos ocupa presume de tener detrás a una escritora como Anne Toole, una de las responsables de las buenas historias detrás de éxitos como Horizon Zero Dawn o el primer The Witcher. Aquí une sus fuerzas con Adrian Vershinin, cuyos guiones podemos encontrar en la saga Battlefield, Crysis 3 o Ryse: Son of Rome. La veteranía de estos escribas se ve refutada cuando ya de primeras nos llama sobremanera la atención el universo en el que transcurre la aventura, así como el misterioso protagonista y los oscuros antagonistas.
Aquí asumimos el rol de un temible inmortal que ha sido liberado de su encarcelamiento con el objetivo de evitar el colapso del universo. Esa es la premisa inicial. A partir de ahí, se irá deshilando una historia que verdaderamente merece la pena, yendo de la mano con todo lo positivo que conlleva la evolución del factor gameplay. En este sentido, mi consejo es que tratéis de superar las dos primeras horas, en las que nuestra arma viviente arranca torpe y limitado a más no poder. El progreso de la bestia parda que controlamos es paralelo a las posibilidades que otorgan las habilidades que irán apareciendo y el buen surtido de armas que tendremos a mano, siempre a juego del personaje que nos hayamos creado.
Cabe decir que he leído alguna que otra crítica negativa al respecto de Inmortal Unchained, y debo decir que en cierto modo comprendo las suspicacias que pueda levantar su particular concepto. No obstante, también he visto alguna que otra reseña que, en serio, recomiendo ignorar de principio a fin. Porque si hay algo que no es nuestro inmortal es un mal videojuego. Requiere paciencia, exige comprender sus mecánicas y asumirlas de forma seria. A cambio, extiende sus poderosos brazos y ofrece una experiencia tremenda, anarquista y escasamente piadosa. Aunque el combate de tipo melee haga acto de presencia, el hecho de ceder el mayor peso de los combates a las armas de fuego hace que este ‘Souls-like’ sea tan llamativo como chocante. Ya veréis lo que significa gestionar las recargas de munición ante los titanes que saldrán a nuestro paso. Pero lo dicho: compensa.
Encima es especialmente bonito, asimilando con mucho arte la fría y decadente ambientación del título. Y es que Inmortal Unchained es un lanzamiento de esos que apenas hacen ruido en la estantería de tu store favorita, pero que bien merece llevarse el favor de, por lo menos, concedérsele el beneficio de la duda. En todo momento se denota cierta humildad en su factura, la cual es directamente proporcional a la ambición por hacer las cosas bien. Porque, a pesar de que todavía hay alguna cosilla que otra más que susceptible de ser depurada, Inmortal Unchained es una obra con escasas fisuras; un desafío asumido que prefiere ir directo al grano antes que aparentar lo que no es e intentar sacar grano de donde no hay.
Tan divertido como misterioso, esta oscura producción de Toadman Interactive consigue brillar con luz propia en un género que tiene sus propios enemigos dentro, con los fans mirando de reojo cada nuevo intento basado en las geniales ideas de Hidetaka Miyazaki. Porque Inmortal Unchained es una futurista fantasía épica capaz de elevar su grandeza hasta lo indecible a poco que te dejes llevar. Si te va la marcha, no dejes de ponderar el darle una oportunidad. Ojalá te guste.