Dice el refrán que “madre no hay más que una, y a ti te encontré en la calle”. A todos los que nos gusta la música pensamos que aquellos artistas que seguimos y admiramos llevan en el ADN notas musicales en vez de cromosomas, pero no. Como cada julio desde hace ya cuatro años, Málaga celebra el Festival MOSMA (Movie Score Málaga) y nos descubre durante una semana cómo esos aclamados compositores llegan a la música a veces por casualidad.

El evento reúne en cada edición a lo mejor de la música para audiovisual, no solo cine sino también televisión o videojuegos; un sector este último que cada año recibe mejor acogida entre fans y crítica y que gana terreno, a veces muy a pesar de algunos que piensan que sigue siendo música de “segunda clase”. Gracias a este tipo de festivales, que heredan la tradición de otros eventos como PlayFest de incorporar bandas sonoras de videojuegos, podemos acercarnos más a este tipo de música y conocer de cerca a sus compositores. No todos los días te saluda por la calle Roque Baños, Yasunori Mitsuda o Siddharta Khosla.

Para nosotros, que nos sentimos tan cerca del sentimiento del fan como vosotros, los lectores u oyentes de nuestro podcast, cuando se acercan las fechas de MOSMA lo vivimos con la emoción de quien espera abrir los regalos el Día de Reyes. Es una oportunidad inigualable para disfrutar de unos días de música, encuentros (con compositores y también con amigos y “compañeros de batalla” tan apasionados por la música como nosotros), conciertos y, por qué no decirlo, reivindicación del valor de la música de videojuegos que tanto nos gusta.

MOSMA permite disfrutar de encuentros, hablar con los compositores, sentarte al lado de ellos en los conciertos y, por qué no, congeniar entre colegas de la profesión. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: encuentro con Roque Baños en el Salón Rossini del Teatro Cervantes / momento fan con los jóvenes compositores Iván Palomares, Arturo Cardelús y Paloma Peñarrubia entre otros / Daniel Pemberton entre el público del concierto Jóvenes Maestros en Teatro Echegaray / Yasunori Mitsuda, Òscar Senén, Joan Martorell y Sergio de la Puente haciendo buenas migas en el palco del Teatro Cervantes / encuentro con Yasunori Mitsuda en Teatro Albéniz / Óscar Senén y John Debney posan en el Teatro Cervantes tras codirigir el concierto homenaje a Debney.

Y es que sorprende, como decíamos al principio, cómo coinciden cada año los testimonios de los compositores cuando cuentan sus inicios en el mundo de la música. Una parte de ellos efectivamente nacen con la música en casa, como Robert Folk y otros porque tocan algún instrumento en alguna banda como Leo Biremberg y terminan componiendo para cine o televisión. Otros, sin embargo, se encuentran con la música casi al azar o por motivos tan curiosos como, en el caso de Roque Baños, un castigo. Y cuando la música les encuentra, ya no hay vuelta atrás: el castigo se convierte en revelación.

Algunos comienzan su carrera tras formarse académicamente como Isabel Royán, trabajando en un estudio de Hollywood casi llevando cafés al amparo de otros compositores como John Debney o ejerciendo de ingenieros de sonido como Yasunori Mitsuda (tres compositores con quienes compartimos interesantes charlas que pronto podréis leer y escuchar en Metodologic). Eso sí, la música de videojuegos aparece casi por casualidad en la vida de todos estos compositores en algún momento de su trayectoria y, en el caso de Royán o Mitsuda, llega para quedarse.

De hecho, para ellos supone un reto componer para un medio tan interactivo, con tanta libertad creativa y un proceso tan diferente al de la composición de música de cine o televisión. Roque Baños nos contó que, a pesar de ser conocido por su obra para la gran pantalla, fue la propuesta de Guillermo del Toro de componer la música para el videojuego Insane (que al final no salió adelante) lo que le dio el empujón para trasladarse a Los Ángeles. Sin ningún complejo, John Debney no descarta volver a trabajar para en proyectos como Lair, una épica obra maestra que si hubiera puesto música a una película en vez de a un videojuego hubiera tenido sin duda mucha más repercusión.

Otro punto en común es que, gracias a eventos como MOSMA, va cambiando la percepción de que la música de videojuegos puede estar a la altura de otras obras audiovisuales. De hecho, el público aún se sorprende al escuchar en concierto ─entre música de cine o televisión e interpretadas por orquestas como la Filarmónica de Málaga o la Orquesta y Coro de la Catedral de Córdoba─ bandas sonoras tan potentes como la ya mencionada Lair (John Debney) o la Suite de papel del videojuego de próximo lanzamiento Asakami (Isabel Royán). A estas alturas, ya no debería extrañar conseguir un lleno absoluto y una gran ovación por parte de un público entregado en conciertos como “De Chrono Cross a Xenosaga: un viaje por los mundos musicales de Yasunori Mitsuda”.

En MOSMA hemos disfrutado de la música en todos los escenarios posibles. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Roque Baños en el concierto inaugural de la Plaza de la Constitución / Siddharta Kosla en Recinto Eduardo Ocón / Isabel Rubio dirigiendo los temas de Yasunori Mitsuda en la Sala Unicaja de conciertos María Cristina / Concierto Jóvenes Maestros en Teatro Echegaray / Robert Folk dirigiendo en Teatro Cervantes / John Debney hablando con el público durante su concierto homenaje en Teatro Cervantes.

La música, en todas sus formas, nos ha unido un año más en MOSMA y Metodologic estuvo allí para contároslo. Esperamos que os gusten las entrevistas que tenemos preparadas para vosotros. ¿Nos encontramos en la música?

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